OPINIÓN| Es de sobra conocido que las redes sociales han abierto un mundo totalmente nuevo y lleno de posibilidades para aquellos artistas que quieren darse a conocer. La tecnología se encuentra al alcance de cualquiera y ser artista es hoy, probablemente, más fácil que nunca.
El talento, la suerte y el dinero han dejado de ser un factor determinante a la hora de proyectar una carrera musical. Aunque siguen siendo un plus, darse a conocer y triunfar depende hoy día más que nunca de una variable que es imprevisible: los oyentes.
No solo es eso. A esta variable se une otra, y es la forma de consumir la música, que ha cambiado radicalmente, y con ello, también la industria.
El presente y el futuro pasan por el streaming. Prueba de ello es que más del 60% de los consumidores habituales de música lo hacen a través de plataformas de streaming como Spotify o Apple Music; porcentaje que asciende al 64% en el caso español. Estas son algunas de las conclusiones que extrajo la Federación Industrial de la Música Discográfica en los resultados de su informe de 2018.
Y es que la música se está convirtiendo en una realidad cada vez más matemática y más intangible, asemejándose a su propia naturaleza. También en un negocio cada vez más complicado para las discográficas, que se vieron tremendamente perjudicadas tras el nacimiento de estos gigantes de la canción. Y es normal, porque los grandes del streaming pretenden borrarlas de un plumazo en cuestión de meses.
Si el streaming ya había revolucionado como pocas veces el sector musical, el próximo movimiento que pretende dar Spotify este 2019 es posible que suponga uno de los reveses más duros que vayan a soportar (o no) las discográficas y los intermediarios musicales en lo que va de década.
Y es que, si estas plataformas ya habían revolucionado el sector musical, el próximo movimiento de Spotify podría acabar con las discográficas, o, en el menor de los casos, dañarlas seriamente. Sin intermediarios y a coste cero, la empresa sueca trabaja en un nuevo servicio, Spotify for Artists, que permitirá a cualquier artista publicar sus propias canciones.
Será tan fácil como firmar un acuerdo con la multinacional, rellenar una ficha con todos los datos de la obra, crear una carátula para el sencillo y escoger una fecha de estreno para que llegue a los más de 200 millones de usuarios potenciales que usan el servicio.
Así de fácil. Desde el minuto cero, el artista comenzará a hacer dinero a comisión cero con su música. No solo eso. También podrá analizar el impacto de su música a través de las aplicaciones específicas para iOS y dispositivos Android, donde podrá gestionar íntegramente su carrera musical.
Los avisos se han acabado. Lo próximo será un golpe de grandes dimensiones para las discográficas. Si este será el definitivo o no, lo sabremos en cuestión de meses.
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